lunes, 8 de junio de 2009

Cuatro llaves

1. Dios te ama y desea darte una vida con propósito

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Juan 3:16


Dios nos ama tanto que dio a su Hijo por nosotros para que pudiéramos disfrutar de una vida con sentido y felicidad.

¿Qué es una vida con sentido y felicidad?
-Paz con Dios
-Equilibrio sicológico
-Lucidez mental
-Madurez emocional
-Salud Física

Pero entonces por qué la mayoría de las personas no viven de esta forma??

2. Porque las personas prefieren manejar su vida según su propio criterio
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino”
Isaías 53:6

La actitud de querer guiar nuestra vida según lo que a nosotros nos parece mejor se conoce como pecado y provoca conflictos en la personalidad en quienes viven de esta forma.
Generalmente tratamos de encontrar a Dios y la vida de salud y propósito gracias a nuestro propio esfuerzo, pero solo existe una solución…

3. Jesús es el único que puede llenar todas las necesidades que tengamos

“Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será una fuente de agua que salte para vida eterna”
Juan 4:14

Gracias a Jesús podemos tener esa vida con sentido y felicidad
-Nuestro espíritu pasa de muerto a vivo
-Desaparecen todos los conflictos afectivos y de personalidad
-Tenemos salud total

Pero saber esto no basta…

4. Es necesario recibir a Cristo en el corazón como señor y salvador

Jesús hoy te dice:
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”
Apocalipsis 3:20

Recibir a Cristo significa convertirme a Dios, confiar en Cristo para que entre en nuestra vida, perdone nuestros pecados y nos haga la persona que él quiere que seamos.

¿Cómo puedo recibir a Cristo?

Solo necesitas hablar con él y pedirle que entre a tu vida. Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en las palabras sino en la actitud de tu corazón.

Te dejamos una oración guía para que la repitas:

Señor Jesucristo, yo te necesito. Reconozco que tú moriste en la cruz por mis pecados. Te pido que entres a mi vida como Señor y Salvador y hagas de mí la persona que tu quieres que yo sea. Amén.
Foto tomada de la página: http:www.ytodoesotecuento.blogspot.com

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